Entrevistamos a Vicente Javier Carrión, Director de Programa en el Colegio La Enseñanza de Albacete, quien nos cuenta su experiencia con el programa.
Ya han pasado 5 años desde que se implantó el Diploma Dual en el centro escolar, momento desde el que Vicente Javier lleva encargándose del programa.
¿Qué tipo de tareas lleva implícita esta responsabilidad para los que sois Directores de Programa?
¿Qué cambios has ido notando en los alumnos inscritos en el programa a medida que han ido avanzando los años?
¿Qué ventajas crees que aporta estudiar un curricular de un país diferente al nuestro, como el estadounidense?
Para el alumno es estudiar simultáneamente en dos sistemas educativos, bastante diferentes entre sí. Esto le aporta una visión diferente del mundo que le rodea. El alumno español, se da cuenta que hay otro mundo ahí fuera, y esto solamente aporta cosas positivas para su formación académica, pero tambien a su formación como persona. Todo ventajas.
¿Crees que aprenden los alumnos realmente inglés? ¿Cómo dirías que es ese aprendizaje?
Tanto como si son conscientes, o como si no, el alumno va asimilando progresivamente el inglés. Es un grado de inmersión extra, y por supuesto tiene ventajas para el alumno. Es un empujón extra, que por supuesto les ayuda también en su centro español. La cuestión no es si el alumno aprende o no, ya que en mayor o menor medida, lo hacen indudablemente.
¿Se nota ese nivel después a la hora de cosechar buenos resultados en la Selectividad?
En Selectividad, el alumno sólo puede verse beneficiado de su paso por el Diploma Dual. Es imposible cuantificar de qué manera, pero a buen seguro que sucede.
¿Recomendarías el Diploma Dual a aquellas familias y alumnos que puedan estar pensando en mejorar su inglés? ¿Por qué?
Todo lo que sea seguir llenado la hucha, siempre es positivo. Por descontado que el nivel de inglés del alumno mejora, pero no es el único aspecto en el que el alumno crece.
La propia persona crece, al haber adquirido un mayor grado de autonomía y responsabilidad, cosa que el resto de alumnos no.
Por último, ¿cuál ha sido tu mayor satisfacción como Director de Programa a lo largo de estos años?
Sin duda, el asistir a la graduación final. Impresiona ver cómo los alumnos comienzan de niños, y se gradúan prácticamente siendo adultos. Es una sensación muy gratificante.