Entrevistamos a Rainier Boshoff de Jong y Marta Borras, Directores de Programa en el centro Institució Mallorca Aixa-Llaüt de Palma de Mallorca, quienes nos cuentan su experiencia con el programa.
Hace tres años que se embarcaron en esta emocionante aventura en Aixa-Llaüt.
¿Qué tipo de tareas lleva implícita esta responsabilidad para los que sois Directores de Programa?
Al principio, eran pocos los alumnos que se animaban a participar, pero hoy en día contamos con más de 30 estudiantes en el programa. Como Directores de Programa, nos encargamos de acompañar a los nuevos alumnos en todo el proceso, desde su inscripción y la Prueba de Admisión hasta su integración en el programa. Además de ofrecerles formación, nos aseguramos de motivarles mucho a lo largo del camino.
Para nosotros, más que una responsabilidad, es un auténtico privilegio poder acompañar a los alumnos y a sus familias durante los años que dura el programa.
¿Qué cambios habéis ido notando en los alumnos inscritos en el programa a medida que han ido avanzando los años?
Debemos enfatizar que depende mucho del grado de implicación del alumno. Lo habitual es que los alumnos muestren una gran motivación para participar en el proyecto y, por tanto, aprovechan todas las oportunidades de acudir a sesiones en vivo junto con otros alumnos de otros países y tienen tutorías periódicas con sus profesores americanos. Es notable la mejora en su nivel de comprensión y expresión tanto a nivel escrito como oral. Si el alumno no se apunta con ilusión al programa no saca todo el provecho de lo que le ofrece el programa. Es por esta razón que recomendamos que sólo se apunten los alumnos que tengan ilusión por participar.
¿Qué ventajas creéis que aporta estudiar un curricular de un país diferente al nuestro, como el estadounidense?
Desde luego les abre la mente de forma significativa. Las actividades que se plantean en el sistema americano son de carácter más competencial. Aprenden a resolver cuestiones prácticas. Lo que les sorprende muy gratamente es que no hay exámenes. Se trata de entregar tareas y eso es una diferencia notable en relación al sistema educativo español.
¿Creéis que aprenden los alumnos realmente inglés? ¿Cómo diríais que es ese aprendizaje?
Para muestra un botón. Tenemos alumnos con mucha facilidad para las lenguas, pero también algunos con dificultades de aprendizaje. Es cierto que las horas de dedicación son significativamente diferentes, pero por ahora todos han llegado a certificar su nivel B2 en 4º de ESO en exámenes oficiales externos al programa. Estos exámenes oficiales son también de carácter competencial, por lo tanto, todo el trabajo en el Diploma Dual les entrena también para estos exámenes externos.
¿Se nota ese nivel después a la hora de cosechar buenos resultados en la Selectividad?
Nuestros alumnos del curso pasado han sacado notas excelentes en la prueba de inglés en los exámenes de acceso a la universidad. Entendemos que aparte de la formación específica recibida en el colegio, todos los ejercicios de expresión escrita del programa les ha dado la oportunidad extra de practicar sus “writings” incluyendo ideas maduras en sus comentarios.
¿Recomendaríais el Diploma Dual a aquellas familias y alumnos que puedan estar pensando en mejorar su inglés? ¿Por qué?
Sin duda. Es cierto que deben tener un nivel básico para poder acceder al programa, pero una vez superada la Prueba de Admisión, se les asigna una clase en función de su nivel actual para garantizar que el trabajo sea asequible para ellos desde el primer momento. A partir de ahí, solo hay lugar para la mejora.
Por último, ¿cuál ha sido vuestra mayor satisfacción como Directores de Programa a lo largo de estos años?
Ver a los primeros alumnos graduarse. Nos produce una tremenda satisfacción y estamos muy orgullosos de ellos. Ver como se les reconoce todo el esfuerzo con el certificado de graduación americano, no tiene precio.